Los huevos
El huevo es
uno de los productos con una de las trazabilidades más completas. En cada huevo
está obligado gravar la leyenda en números y letras todas sus características
de origen. El primer número que llevan (del 0 al tres) se refiere al tipo de
producción.
“Ecológicos”,
los producidos por gallinas con acceso permanente al aire libre, con una
alimentación controlada por el Consejo Regulador. Su identificación en el huevo
es el cero.
“Camperos”,
huevos de gallinas con acceso permanente al aire libre. Su identificación en el
huevo es el uno.
“De suelo”,
huevos de animales ubicados en un gallinero, pero con capacidad total de
movimiento y un espacio mínimo determinado por la normativa. Su identificación
en la etiqueta es el dos.
“De suelo”,
huevos de animales ubicados en un gallinero, pero con capacidad total de
movimiento y un espacio mínimo determinado por la normativa. Su identificación
en la etiqueta es el dos.
“De jaula”,
huevos de gallinas alojada en jaulas con los espacios regulados pero menores.
Su identificación en el huevo es el tres.
En el código
impreso en el huevo, siguen las siglas del país y los códigos de la provincia,
el municipio y el de la granja. En la etiqueta es obligatorio poner la fecha de
consumo preferente, pero no la fecha de puesta. Un huevo se considera fresco
hasta los 28 días desde su puesta. El color de la cáscara depende de la raza de
la gallina. El del interior, de su alimentación.
Por tamaño.
El etiquetado debe informar también sobre la talla de los huevos.
Los XL son
los huevos de 73 o más gramos.
Los L miden
entre 63 Y 73 gramos.
Los M, entre
53 y 63 gramos.
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